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Nueva deducción IRPF de hasta 340 € para asalariados con rentas bajas en 2025

El Gobierno ha aprobado la Ley 5/2025, de 24 de julio, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que introduce una nueva deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) dirigida a los trabajadores con salarios bajos.

 

¿En qué consiste la medida?

  • Podrán beneficiarse los contribuyentes que obtengan rendimientos íntegros del trabajo inferiores a 18.276 € anuales, y que además no perciban otras rentas —excluidas las exentas— superiores a 6.500 €.

  • Si los rendimientos del trabajo son iguales o inferiores a 16.576 €, la deducción será de hasta 340 € anuales. i

  • Si los ingresos se sitúan entre 16.576 € y 18.276 €, el importe de la deducción se reduce de forma progresiva: 340 € menos 0,20 € por cada euro que supere los 16.576 €.

  • Quienes superen los 18.276 € de rendimientos del trabajo ya no tendrán derecho a la deducción.

  • La deducción se aplica directamente sobre la cuota del IRPF (estatal y autonómica) y se resta de la cuota líquida una vez practicadas otras deducciones.

  • No es necesario realizar una solicitud específica: la Agencia Tributaria la aplicará automáticamente en el borrador de la declaración correspondiente al ejercicio 2025 (que se presentará en 2026).

  • La entrada en vigor de la Ley es el 24 de julio de 2025, aunque sus efectos se retrotraen al 1 de enero de 2025.

¿Cuál es el objetivo de la norma?

La medida pretende aliviar la carga fiscal sobre los trabajadores con menores ingresos, especialmente aquellos que tienen salarios próximos al mínimo y que pueden verse penalizados por las retenciones del IRPF en contexto de subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y elevada inflación. Además, busca reforzar la progresividad del sistema tributario y evitar efectos no deseados (como que un aumento del salario mínimo conlleve de facto una mayor retención fiscal).

¿Cómo afecta al trabajador y la empresa?

Desde el punto de vista del asalariado: si por ejemplo su salario bruto anual es de 16.000 €, tendrá derecho a la deducción máxima de 340 €, lo que equivale a unos 28 € al mes aproximadamente. Según fuentes, este tipo de ahorro puede suponer una mejora significativa para aquellos hogares con márgenes ajustados.


Desde el punto de vista de la empresa: la medida no altera los costes laborales (cotizaciones o bases de cotización), pues la deducción se aplica en la fase del IRPF personal del trabajador y no modifica la remuneración bruta ni las obligaciones de la empresa.

Consideraciones para el asesor fiscal

  • Es imprescindible verificar que el trabajador no tenga rendimientos distintos del trabajo (por ejemplo alquileres, rendimientos financieros) superiores a 6.500 €, ya que de lo contrario quedaría excluido del beneficio.

  • Aunque la aplicación es automática, conviene que el contribuyente revise el borrador de la declaración para comprobar que la deducción ha sido correctamente considerada.

  • La deducción afecta exclusivamente al IRPF y no sustituye otras deducciones existentes; se sumará a ellas, siempre que no supere la cuota resultante del impuesto.

  • Este ajuste normativo puede implicar una mejora del salario neto percibido en nómina (menos retención) o mayor devolución en la declaración anual.

  • Dado que la medida entra en vigor con efectos desde el 1 de enero de 2025, habrá que anticipar su impacto en la campaña de renta que corresponda al ejercicio 2025 (a presentar en 2026).

Valoración:

Desde una perspectiva fiscal, la medida supone un ajuste práctico y eficaz para fortalecer la equidad del IRPF respecto de los trabajadores con rendimientos bajos. Si bien la cuantía (340 € como máximo) puede parecer modesta, su impacto real en economía doméstica puede ser relevante cuando hablamos de rentas ajustadas. Además, la aplicación automática mejora su operatividad y reduce cargas administrativas para el contribuyente.


Sin embargo, cabe advertir que no aborda por sí sola los retos más amplios del sistema: la presión fiscal sobre el empleo, la redistribución de los costes laborales, o la necesidad de incentivos a la contratación. Por tanto, aunque es un paso positivo, forma parte de una política más amplia que debería complementarse con otras reformas estructurales en el ámbito laboral, fiscal y de protección social.

Conclusión

La Ley 5/2025 introduce una deducción relevante en el IRPF destinada a los asalariados con ingresos bajos, diseñada para mejorar su poder adquisitivo y adaptar el sistema a las nuevas realidades salariales. 

Imagen de Josep Navarro
Josep Navarro es Licenciado en Económicas por la UB, especializado en Inspecciones Tributarias, con más de 25 años de experiencia en asesoría fiscal para empresas y particulares en España.